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Rutas turísticas

1. Ruta Nocturna

En un lugar de la Mancha…El Toboso,  cuna que mece el Amor de la sin par Dulcinea, caminando en el sosegado silencio de sus mágicas noches, podrás disfrutar e incluso «enloquecer», al contemplar su belleza monumental, acogedores rincones…que te transportarán a la realidad de que existe un lugar en la Mancha que es la «Patria de Dulcinea» y «Cuna del Amor».

Las noches Toboseñas preñadas de un sosegado silencio son únicas; por ello recomendamos a nuestros visitantes que hagan noche en El Toboso.

Encontrará toda clase de hospedajes, hoteles, Casas Rurales, estás con el encanto de haber  sido alojado en una casa de un noble toboseño/a; las noches en El Toboso son únicas, pasear por sus calles, como describía Cervantes, esta ruta y su recorrido por los rincones poéticos de El Toboso será para vosotros/as, un regalo maravilloso, paseando sentiréis despertar vuestros sentidos , a los sueños y al amor…

No serán los monumentos los que llenen vuestros recuerdos, mas bien serán los espíritus de DULCINEA y su amoroso Hidalgo quienes os impregnen de bellos sueños que a buen seguro se harán realidad.

 

2. Ruta Monumental

La Ruta Monumental comienza en el Pozo de la Gascona y de fondo el Capitel del Monasterio de las Monjas Trinitarias. Llegamos al oasis de la Glorieta, plaza de la Constitución, donde podemos admirar un conjunto artístico patrimonial, formado por las antiguas Escuelas Miguel de Cervantes y el Convento de Clausura de las Monjas Trinitarias .El anterior Colegio, actual ayuntamiento,  es un edificio construido desde 1926 a su inauguración el 18 de Mayo de 1928. Situado al lado del Monumento Convento de las Monjas Trinitarias.

Por este edifico emblemático y armonioso de El Toboso, han pasado desde su inauguración todas las generaciones de toboseños y toboseñas, hasta el año 2006 que se construyó otro nuevo colegio.
Edificio soberbio, todo con piedra de sillería, de cantera de la zona de Los Barreros, que armoniza un conjunto único con el convento de las Monjas Trinitarias y la remozada glorieta que databa de la misma época. En la fachada y en el epicentro del edificio, está coronado un busto de Cervantes en piedra.

Al frente de la Glorieta emerge, el Monasterio Trinitario, conocido como El Escorial de la Mancha, edificio de planta rectangular y dos alturas construido en el siglo XVII. Su estilo herreriano impresiona por su sencillez y austeridad.

La esbelta espadaña parece ser de construcción posterior, presenta frontal partido en dos esbeltos torreones. Cuenta el convento con claustro de dos plantas e iglesia barroca. En su interior alberga un museo con una valiosa colección de pinturas e imaginería de la escuela española del siglo XVII, orfebrería, bordados en oro, etc.

Se ha recreado la celda de la fundadora Sor Angela Maria de la Concepción a la cual se tiene acceso y se contempla el patio, claustro y los frescos descubiertos en la galería.

En el Retablo del altar de la Iglesia se encuentra el cuadro de Felipe de Castro, que es una alegoría de la Santísima Trinidad.

Esta declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Desde aquí pasearemos por las calles con casas de fulgente blancura y piedra, contemplando la Casa de los Mergelinas, antiguo Correo, portón y escudo nobiliario, que dentro conserva patio manchego y uno de los decorados y artísticos oratorios toboseños.

Finalmente daremos con la Iglesia Parroquial de San Antonio Abad, sin duda ,es la joya más valiosa y apreciada de nuestro patrimonio, declarada Bien de interés Cultural, con la categoría de Monumento.
La Iglesia, conocida como la Catedral de la Mancha se comenzó a construir en 1525. En la primera fase de construcción trabaja el maestro de cantería Juanes de Santiago.

De estilo gótico tardío o isabelino. Es de grandes dimensiones con una estructura de planta de salón, con tres naves de tres tramos y cubierta cada una con bóveda de crucería decorada con terceletes. Como soportes de las bóvedas se utilizan robustas columnas cilíndricas. Conserva diferentes portadas; en la fachada Sur se sitúa la Torre, de sección cuadrada y de grandes proporciones; consta de tres cuerpos, el primero de estilo plateresco de 1552 de mampostería. Los otros dos cuerpos son de sillería, de tipología herreriana.

Esta coronada con balaustrada en piedra rematada con bolas. Aparece descrita en el capítulo IX de la 2ª parte de El Quijote.
Desde la iglesia es obligada visita al Museo Cervantino, donde se conserva y expone una colección de 200 ediciones de El Quijote, escrito en diferentes lenguas, sesenta idiomas y con las más variopintas dedicatorias firmadas por diferentes personajes del mundo de la cultura y política.

A continuación nos encontramos inmersos en la Plaza Mayor, típica manchega, que destaca por sus dimensiones y rodeada por la Iglesia, Ayuntamiento y casas solariegas con escudos familiares en piedra, que forman otro importante conjunto del patrimonio artístico toboseño.

Iglesia de El Toboso

En la soberbia plaza toboseña, en dirección a la Casa de Dulcinea veremos el monumento que El Toboso dedicó a Dulcinea y su enamorado Don Quijote.

Llegando al Palacio de Dulcinea, casa de labranza remozada, perteneció a la familia de Ana Zarco Morales y Villaseñor, toboseña en quién se inspiró Cervantes para crear a Dulcinea, Dulce Ana.

Recordaremos los lugares donde vivió Dulcinea, y saldremos hacia un estrecho callejón que nos llevara a la bella e incomparable Glorieta García Sanchíz, rincón romántico al más puro estilo becqueriano, en el que podemos contemplar la fachada antigua del convento RR, Clarisas, único vestigio del convento de clausura de las madres de la Orden de Santa Clara. Actualmente reconstruido y su Iglesia; compraremos alguno de los dulces típicos, Caprichos
de Dulcinea.

En esta glorieta dedicada a D. Federico García Sanchíz, está presidida por la estatua de bronce al estilo del pensador Rodin, con fondo de un bajorrelievo, alegoría de las musas.

 

3. Ruta de los Pozos

Dentro de la localidad y alrededores, en extramuros, encontramos  pozos de agua  coronados  con unos soberbios brocales de piedra labrada en el exterior y el interior de piedra de mampostería.

Tienen diferentes formas son brocales, con uno, dos, tres y hasta cuatro ojos horadados en piedra y sostenidos por arcos de medio punto, y unos abrevaderos del siglo XVI . El Pozo del Calvario, se dice que es de origen celtíbero.

Varios de los pozos se encuentran en la Vereda, como el Pozo de la Gascona, Pozo de la Puerta (donde cerca existía un contador en piedra para el recuento de los cabezas de ganado, y pagar los impuestos a la Mesta, en la trashumancia).

Todo este complejo de pozos servía para el abastecimiento humano y animal; como son los Pozo de la Torre ( Pozo de la Hilandera ( que estaría dentro de un patio donde se hilaba) Pozo Dulce (hoy desaparecido) Pozo Primero, Pozo de la Puerta, Pozo de la Virgen ( donde la leyenda cuenta que la Virgen de los Remedios, realizó un milagro salvando a un niño con la crecida del agua)Pozo Arriba, con una de las mejores vistas de El Toboso, Pozo de la Cadena, Pozo los
Moros, Pozo los Machos

 

4. Ruta Literaria

Cartel de la calle de Miguel de CervantesLos textos relatan cómo se realiza dentro del pueblo, la ruta literaria, para el buen entendimiento del porqué de las frases escritas en las paredes de las fachadas.

Uno de los lugares, más evocadores del mundo Quijotesco es, sin duda, El Toboso. Así lo entendió Don Benito Perez Galdós en su visita a este lugar a principios del presente siglo.

Nosotros vamos a adentrarnos en el pueblo guiados por el mismo Cervantes, siguiendo el capitulo nueve de la segunda parte de su gran libro, donde descubre la visita que hicieron Don Quijote y Sancho a la búsqueda de la sin par DULCINEA.

De la mano de Cervantes, llegaremos a la llamada Casa de DULCINEA, donde vivió realmente una mujer, Ana de Zarco de Morales, de la que anduvo enamorado el autor.

El erudito Clemencin en una de sus notas a la edición comentada por él, se inclina por Rodríguez Marín, no descartan esta posibilidad y hay alguno, como Ramón de Antequera, que se esfuerza en demostrar que «DULCINEA» es el anagrama de «Dulce Ana».

Con estas citas, se puede pensar, que era en esta mujer, Ana Zarco, en quien pensaba Don Miguel Cervantes cuando hablaba de Dulcinea por boca de Don Quijote. Y Cervantes, que conocía bien El Toboso, marcó el camino que siguieron Don Quijote y Sancho hacia la Casa de DULCINEA.

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