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Reencuentro de la Tuna toboseño después de 40 años
(Educación y Cultura)
Al final del verano, se ha producido el reencuentro de los integrantes de la recordada y admirada Tuna toboseña, de los años 70. Hace unos cuarenta años, comenzó la andadura de la agrupación musical, que llenó de ilusión a padres y madres que apostaron por esta tipo de asociación que tuvo un gran éxito en el pueblo toboseño y que actuaron en Pedro Muñoz, Campo de Criptana, Pedroñeras y hasta en un programa de televisión española en el histórico estudio del Prado del Rey. Los actuales hombres y mujeres, han recordado aquel verano del año 1971, dónde el impulso de un joven e inquieto prohombre musical, Miguel Ángel Aparicio y apoyado y arropado por toda su familia, tuvo la entrañable idea de poner en marcha la aventura de la Tuna con nombre de Dulcinea; aquellos infantiles y jóvenes han vuelto a desempolvar sus guitarras y bandurrias, a recordar aquellas partituras con canciones de letras que cantan al amor, a la alegría, a la aurora, al pan y al vino, pero siempre con aroma universatorio , que alegraron los parques y calles toboseñas en ferias y fiestas, y en el mayo manchego. Como aquel agosto, han vuelto a encontrarse en "Casa de Juanete" para sacar sus capas engalanadas con las cintas que bordaron con amor o han vuelto a adornar las madres, tías, hermanas y las primeras amigas, esas cintas que engalanaron las calles en la rondalla nocturna, acompañados por multitud de familiares y amigos, y hasta nietos que acompañaron a los componentes de la Tuna, que pasearon el espíritu entusiasta, alegre y jovial de los tunos y que enamoraban a chicos y chicas, que hicieron transportar en la máquina del tiempo aquellos años 70, y que recordaron como era la vida de nuestro pueblo, aquellos maravillosos años que nos cuentan en la serie televisiva de "Cuéntame". La Tuna, reunió a unos treinta antiguos componentes, que durante los meses de mayo, junio, julio y agosto, ensayaron para afinar cuerdas, repasar notas y canciones, y sobre todo narrar anécdotas, vivencias de ensayos, actuaciones, y recordar aquellos tiempos de la infancia y la juventud, que marcaron una época en el discurrir de la vida toboseña. Finalizó la rondalla en la plaza Juan Carlos I, ante un público que recordó y deleitó las canciones de la Tuna toboseña, que ofrecieron una hermosa serenata musical con el corazón, en una noche estrellada de sentimiento y emoción. fotos |